La radio tiene amnesia. No sabe lo que es.
La definición estándar sería algo
así: “Medio de comunicación predominado
por boletines informativos, música, tertulias y entrevistas basándose
en el envío de señales de audio con el
fin de entretener al oyente”.
Aunque, sin duda, la mejor definición es la que da Juan Carlos Ortega: “La radio es una caja vacía, cabe todo. “
No obstante, parece que hasta la radio se ha olvidado de que es una caja vacía en la que todo tiene cabida y se atañe al diseño
tradicional. Ni siquiera los locutores reflexionan sobre ello, y preguntárselo es fundamental si se quiere avanzar.
Se dice que la radio es un medio para hacer compañía, nosotros mismos lo
admitimos cuando la encendemos si estamos solos en casa o en el coche. Hasta
las encuestas realizadas como la de Estudio General de Medios nos lo repiten: Compañía,
compañía, compañía. No estamos atentos a la radio. Es algo de fondo. ERROR.
Cuando un locutor admite esto claramente no va a poner empeño en currarse
un buen programa. Total, como no va a ser escuchado con atención… Además sus funciones
se limitarán a lo tradicional sin espacio para el cambio, la imaginación y la
renovación del medio.
¿Alguna vez os habéis preguntado por qué se hace radio de este modo? ¿Cómo
se decide la utilización de la música, del tono de voz etc? ¿Por qué no tienen
hueco los efectos de sonido como antes (radionovelas..)? ¿Por qué hay que evitar el silencio a toda costa?
La radio tiene que reflexionar sobre lo que es, por qué es así y sobre qué
quiere o le gustaría ser. Si no, estará condenada a que sus palabras se las
lleve el viento.
